Por Amada Gina González Ochoa
Puente Ciudadano A.C.
Los estilos de vida y expresiones juveniles se encuentran en una constante transformación que no sólo depende del mundo globalizado en el que nos vemos inmersos como sociedad; sino que los diversos contextos socioculturales determinan la comprensión de lo que es “lo juvenil”.
José Manuel Valenzuela menciona que se debe apostar “por pedagogías críticas que, integradas en una educación asumida como praxis cultural transformadora, impliquen el compromiso [de] modificar esa realidad externa que (re) produce relaciones sociales desiguales…”.
Es así que nos dimos a la tarea de coordinarnos con APRILE Clínica, una organización de la sociedad civil, ubicada en la Ciudad de México, para realizar un taller sobre salud sexual y reproductiva con los 12 estudiantes.
La organización cuenta con “un modelo integral de atención a la salud sexual en respuesta al incremento de infecciones de transmisión sexual (ITS) y el número de embarazos no planeados a nivel nacional”. Por lo que los temas abordados resultan pertinentes no sólo para prevenir sino para reflexionar sobre el autocuidado, la concientización de tener una salud sexual sana, el significado del amor y sus diferentes expresiones, el conocimiento del otro, el erotismo, los prejuicios, la comunicación entre pareja, las diferentes construcciones de una familia, la discriminación de género y los derechos sexuales y reproductivos.
La participación de los jóvenes fue una muestra de los seres que están forjando un criterio amplio frente a una sociedad polarizada, corrupta y discriminatoria. Cada uno reflejó la fortaleza de sus raíces y cimientos familiares, sus particularidades como nación se diluyeron frente a la otredad, y sobre todo retroalimentaron cada uno de los bloques del taller con argumentos e información actualizada.
Esta actividad fue también un momento para reafirmar que tanto nos conocíamos entre nosotros y afortunadamente todos nos identificamos, no sólo por nuestros gustos, sino por nuestras expresiones cotidianas, es así que la red de jóvenes se ve fortalecida a casi tres meses de haber llegado a México.
La semilla ya estaba sembrada solo estamos cuidándola con el agua del conocimiento, ya que los jóvenes están tomando la batuta de cómo será la próxima generación que le dará forma a la sociedad moderna enfocada en la “dignidad humana”.
